Thursday, July 07, 2011

Burundanga


Nos merecíamos una comedia así por salud mental. Los vascos de "Vaya Semanita" fueron los primeros en reírse de la ETA y ahora le toca el turno a Jordi Galceran autor de El Método Grönjolhm que ha escrito una comedia arriesgada por el tema que toca pero absolutamente desternillante. Hablar de la ETA o las drogas en clave de comedia es rozar el filo de la navaja, sólo con mucho talento se puede hacer sin cortarse; ese es el mérito del autor.

Humor inteligente sin concesiones al chiste fácil o grosero ni al gag ramplón. Comedia de enredo en la que se cambian los papeles. Las risas son continuas hasta el punto de no poder oír lo que dicen en algunos momentos, sobre todo, cuando la Burundanga, el suero de la verdad, hace su efecto. El quinteto de la muerte...de risa, lo forman cuatro jóvenes actores dotados para la comedia y el veterano Eloy Arenas que está soberbio, pero si tengo que elegir me quedo con Mar Abascal que cada vez que abre la boca conquista al público.

Ya ha tenido un gran éxito de crítica y ahora lo va a tener del boca-oreja. No creo que haya nadie que salga del teatro sin ganas de recomendar asistir a una representación, o dos, de Burundanga. Va a ser el éxito de la temporada y de alguna más. Gracias por hacernos reír en los tiempos que corren y por recordarnos que nunca hay que perder las ganas de hacerlo.
Teatro Maravillas, C/Manuela Malasaña, Madrid.

1 comment:

  1. La comedia romántica ‘Burundanga’ del dramaturgo Jordi Galcerán que se está representando actualmente en el Teatro Maravillas de Madrid no sólo atenta contra la dignidad de todas las personas que hemos sido víctimas de esta droga que se emplea con fines delictivos y que da nombre a la obra, distorsionando y haciendo burla de una realidad muy dolorosa, sino que para mayor INRI la imagen ridícula y falseada que está difundiendo nos perjudica en el proceso judicial que muchos estamos atravesando al haber denunciado cumpliendo así con nuestro deber de ciudadanos las agresiones que hemos sufrido a manos de quienes nos suministraron este inhibidor de la voluntad.

    El señor Galcerán habla de leyenda urbana refiriéndose a esta droga cuando la burundanga o escopolamina es una droga que existe, está ampliamente documentada, e incluso el propio Hospital Clinic de Barcelona ha creado un laboratorio específico para tratar los casos de intoxicación por escopolamina debido a la gran afluencia de estos en esa ciudad, y para colmo frivoliza con un asunto delicadísimo, jactándose en sus entrevistas de ser un provocador nato, por el simple placer que le produce crear polémica y que se hable de él.

    Como víctima de una agresión sexual a espera de juicio me siento obligada a hacer todo lo que esté en mi mano para denunciar y evitar que se siga llevando a escena esta obra grotesca que transmite al público la idea atroz de que podemos adquirir y emplear la burundanga como suero de la verdad con quienes tenemos a nuestro alcance sin mayores miramientos, cuando en realidad se trata de una droga altamente tóxica que suministrada sin control resulta letal. La repercusión que esta imagen lúdica que pretende dar de esta droga puede tener en la sociedad resultará sin duda muy dañina independientemente de lo ofensivo de tener que ver cómo se nos ridiculiza a quienes estamos luchando para que otras personas no corran nuestra suerte por mero desconocimiento de esta realidad.

    La burundanga mata, destroza vidas, y el 99% de quienes la emplean para violarnos, secuestrarnos o robarnos se queda en la calle porque los jueces de este país aún no están familiarizados con ella. Bastante nos cuesta demostrar esta realidad en los tribunales como para que este señor venga a perjudicarnos aún más y a burlarse de nosotros.

    Me gustaría pensar que el día que me enfrente a la bestia que me violó y destrozó la vida, el magistrado que me juzgue no tendrá en mente esta imagen ridícula y deformada que pretende difundir el señor Galcerán, porque entonces un violador de muchos que ya transitan nuestras calles se quedará libre, y esperaré que este magistrado sea conocedor de la verdadera magnitud del problema que entraña el uso que se hace de las drogas con fines delictivos en nuestra sociedad.

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