Los grandes pensadores

Con frecuencia acudimos al correo y a las redes sociales y, con el fin de llamar la atención de nuestros interlocutores, enviamos, subimos o publicamos bien sea en el correo, Facebook, twitter o blogs, imágenes impactantes acompañadas de texto o frases que han hecho historia con la imagen del autor como fondo. Al hacerlo, las aceptamos como nuestras y por eso las compartimos. Einstein, Gandhi, Luther King, Krishnamurti etc., cualquiera nos sirve si su reflexión es hermosa. Lo curioso, y de ahí la extraordinaria complejidad del ser humano, es que la misma frase la asumen personas que se encuentran en las antípodas ideológicas, o un ateo y un numerario del Opus Dei, o un xenófobo y la persona que está ayudando a un mejor vivir de los inmigrantes en una ONG. Cabe preguntarse si realmente sabemos el significado de esas frases ¿entendemos lo que el autor quería decir?

En mi familia andaluza hay un dicho fruto de una anécdota que no viene a cuento pero que sacamos a colación a la mínima ocasión y que no requiere explicación: ¡A tó t'apuntas! Esto es lo que hace mucha gente: si sube algo mono a Facebook y consigue que media docena cliquen "me gusta" y uno lo comparta, se dará por satisfecho; no digamos si su hashtags  llega a ser trending topics por unos minutos en twitter. Y es que  hay gente capaz de morir antes de pensar y de hecho muchos lo consiguen, yo sin embargo creo que sin pensamiento en libertad, aún con errores, en vez de vivir lo que se hace es vegetar.

Entre las muchas y muy brillantes frases que se han dicho a lo largo de la historia, me voy a quedar con una reflexión que quizá no sea de las más bonitas que circulan por la red pero que a mi me parece de una extraordinaria profundidad, a su autor, José Luis Sampedro, le encanta repetirla siempre que es entrevistado. Dice nuestro hombre sabio: "se habla mucho de libertad de expresión, pero lo importante es la libertad de pensamiento. Porque si a mi me dejan expresar un pensamiento, pero no es el mío, sino el que me han metido en la cabeza con la forma de educación, entonces no soy yo el que habla, no soy yo el que se expresa". Da que pensar…