Tuesday, October 30, 2012

Médicos sin Fronteras



Anoche tuve el placer de asistir como invitado a la presentación de la nueva campaña de MSF. El teatro Apolo de Madrid, totalmente abarrotado de colaboradores de la organización humanitaria, aplaudió en numerosas ocasiones las intervenciones y los videos que informaban de las acciones de MSF en el mundo, donde se atiende a los heridos de guerra y a los enfermos que generan las pandemias y epidemias, con especial atención al Sida en África donde se ha obtenido un éxito considerable con medidas preventivas y se ha conseguido bajar de quince a ocho millones los infectados por el VIH.
La presentación corrió a cargo del periodista de TVE Marcos López y la charla entre David Trueba y el Presidente de MSF España José Antonio Bastos fue muy instructiva.
Bastos, un hombre de gran talla humana e intelectual,  atendió las numerosas preguntas que planteaba el auditorio y amenizó la noche con varías anécdotas de las que nos hacen pensar. ¿Que harías tú, médico de MSF, si en un país islámico donde cortan la mano a un hombre por robar, te piden que lo hagas tú, que sin duda estás más capacitado y sabes por donde cortar y suturar, en vez de que lo hagan ellos y que se desangre o que se le gangrene el muñón, sabiendo que si no lo haces tú lo harán ellos? Surgen dudas, ¿verdad? Otra, ¿que harías tú, como médico de MSF en otro país islámico o en el mismo, si te piden que hagas una ablación de clítoris con tu material quirúrgico aséptico y tu experiencia como cirujano sabiendo que ellos tienen un material oxidado y escasos conocimientos de cirugía y en cualquier caso la van a hacer?
Los EEUU descubrieron el sitio donde estaba Bin Laden haciendo análisis de ADN en todo el entorno con la excusa de que eran campañas de vacunción. Los norteamericanos tuvieron éxito en su objetivo, pero ahora ningún país de la zona acepta ser vacunado por MSF.
Estas y muchas otras son las vivencias e incógnitas que se le plantean a diario al personal de MSF. Su presidente se encuentra muy satisfecho de que, a pesar de la crisis en nuestro país que ha llevado a muchos de los colaboradores a bajar la cuota por la pérdida del empleo, a pesar de los recortes del Gobierno que también han afectado a MSF, la organización haya  obtenido más ingresos de ayuda que en años anteriores.
Para mí no ha sido ninguna sorpresa, ante la crisis muchos cierran los ojos y otros los abren más, quienes tienen conciencia social se implican más contra el dolor ajeno. Como dijo Terencio hace más de dos mil años “Hombre soy; nada humano me es ajeno”.
Ánimate y hazte socio, no te arrepentirás de ayudar a una gran Organización Humanitaria como Médicos Sin Fronteras  902 30 30 65 | sas@msf.es 

Sunday, October 28, 2012

Las mañanas del Price




La música, las novelas, el cine, la imaginación, el amor...que manera más hermosa de evadirse para los jóvenes de la generación a la que nos tocó vivir la España negra de la dictadura franquista.
Las mañanas del Price (antiguo Circo Price, Plaza del Rey, Madrid)  sólo duranron dos años, el franquismo nos las borró en seco. Corría el año 1962 y los jóvenes madrileños queríamos divertirnos y bailar los ritmos que el mundo anglosajón puso de moda, algunos tan efímeros como el Madison o la Yenka, otros que duraron algo más como el Twist, y algunos que no morirán nunca como el Rock. Solíamos hacer guateques en casa del amigo que tenía los padres más permisivos, uno llevaba el picú y otros los discos singles; también íbamos a las discotecas los fines de semana y festivos de cinco a nueve y media de la noche porque a las diez las chicas tenían que estar en su casa. Entonces -creo que fue a los hermanos Nieto a quienes se les ocurrió la idea-, comenzaron La matinales del Price que nosotros llamábamos Las Mañanas del Price y que se anunciaban con el pomposo título de Festivales de Música Moderna. Los domingos por la mañana los jóvenes madrileños de quince a dieciocho años abarrotábamos las localidades del Price para disfrutar con la presencia en directo de todos nuestros ídolos. Con más o menos fortuna surgieron grupos que enseguida se harían famosos. Micky, quien muy pronto se quedaría calvo, pero en el sesenta y dos tenía la melena larga, y Los Tonys, Los Diamond Boys, con el gibraltareño Albert Hammond, Los Diablos Negros, Los Sonor, Los Estudiantes, Los Sirex, Los Mustang, Los Continentales, Mike Ríos, Ontiveros con  Popotitos, canción de gran popularidad de los mejicanos  Enrique Guzmán y Los Teen Tops, y dos grupos que nos fascinaban a pesar de las carencias técnicas para poder escucharlos como se merecían, eran Los Relámpagos y Los Pekenikes.



Los jóvenes de ese Madrid y de esa España negra, sólo queríamos divertirnos, no podíamos hacer mucho más, pero nos lo quitaron. No sé que "Ministro de Cultura" estaba entonces, no muy distinto del actual, pero nos lo quitaron. Al parecer Emilio Romero –el Pedro Jota de la época-  tuvo algo que ver con la prohibición. Uno de los motivos estaba totalmente justificado, al parecer “nos poníamos de píe” al oír a los músicos y eso no se podía consentir, es más, era una razón de peso para enviarnos a los grises a la salida del Price. Me pilló con dieciséis años y no me perdí ni una de las matinales pero también conocí por primera vez a los grises, los golpes que daban y las señales que dejaban.

Cincuenta años más tarde, José Ramón Pardo, el "Doctor Pardo", como le gusta que le llamen en el programa de los fines de semana "No es un día cualquiera" que tan bien dirige Pepa Fernandez  y uno de los pocos programas que se ha salvado de la quema que ha  hecho el PP en RNE, va a sacar al mercado con su sello discográfico Rama Lama un libro de cuarenta y cuatro páginas y cien canciones con el título La Leyenda del Price. El "Doctor Pardo"  es uno de los tíos que más sabe de la música de la época junto con Íñigo.

Los chavales de entonces te lo agradecemos aunque sólo sea para rememorar aquellos tiempos en los que, como en la película de John Mills, podíamos decir: ¡Que grande es ser joven!



Os dejo con uno de los mejores grupos españoles de todos los tiempos que empezó su andadura musical en las mañanas del Price. Los Pekenikes y su Hilo de Seda.